Rompiendo mitos
¿Alguna vez has escuchado que estar con alguien menos atractivo podría protegerte de una infidelidad?
Aunque esta creencia parece tener sentido, la realidad es mucho más compleja. En este artículo, exploraremos por qué esta idea puede ser perjudicial para tus relaciones y cómo afrontar tus inseguridades de manera más saludable.
¿Por qué es peligrosa la creencia de que la apariencia evita la infidelidad?
Primero que nada, hay que decir que esta idea tiene su origen en la inseguridad del individuo. Esa que le susurra al oído que su pareja lo dejará por alguien “mejor” (lo que sea que eso signifique). Si una persona tiene miedo de ser abandonado por su pareja, buscará la manera de mitigar dicho temor. Por ejemplo, creyendo lo siguiente:
“Como es una persona fea físicamente, nadie más se fijará en él o ella, ni le haran caso. No tengo de qué preocuparme”
Nuestros pensamientos nos llevan a tomar cierto tipo de decisiones y por lo tanto, a actuar de forma determinada. En un afán de calmar nuestra angustia, buscaremos el vínculo con esa persona no atractiva, que en nuestra mente es incapaz de cometer tal bajeza.
Esta falacia puede cegarnos ante señales de advertencia reales, como la falta de comunicación o el desinterés emocional, factores que sí están vinculados con la infidelidad.
La verdad detrás de la infidelidad: Rompiendo el mito
Si esta idea fuera cierta, significa que las personas poco agraciadas tienen pocas oportunidades de ser infieles y por lo tanto son una apuesta segura. No obstante, el atractivo físico tiene nula relación con la capacidad de ser infiel. Como bien sabemos: verbo mata carita, y varo mata cara. Esto da a entender que uno no necesita del atractivo físico para generar conexiones sexo-afectivas. Por lo tanto, el potencial para ser infiel es el mismo en personas guapas que en personas no lo son.
En pocas palabras, creer que el poco atractivo físico de tu pareja evitará una infidelidad es solo un placebo.
¿Por qué creemos que la apariencia física protege de la infidelidad?
La persona que decide vincularse desde “los feos no son infieles”, puede tener ciertas características psicológicas, las cuales te describo a continuación:
Inseguridad: Este sentimiento puede hacer que el individuo se convierta en un detective dentro de su relación, analizando cada detalle de manera obsesiva, como revisar el teléfono de su pareja o interpretar de forma negativa cada interacción social que tenga.
Baja autoestima: Se comparará constantemente con otras personas, lo cual lleva al individuo a pensar que no es tan atractivo/a, existoso/a, etc. Haciéndole creer que todos son mejores prospectos que él o ella.
Experiencias traumáticas previas: Experiencias amorosas donde hubo mentiras y traiciones, pueden llevar a la persona a un estado de desconfianza. Lo que le lleva a tomar medidas que en su mente, lo “protegerán” del dolor y sufrimiento.
Ansiedad y angustia constante: La inseguridad y baja autoestima tendrán a la persona al filo de su asiento, atenta a cualquier señal de peligro. Lo que puede desencadenar crisis de ansiedad y problemas con su pareja.
Herramientas para salir de este mundo de falacias
Tus pensamientos y emociones influyen en tu bienestar y por lo tanto en tu forma de generar conexiones afectivas. La raíz del problema se encuentra en las creencias sobre ti misma/o. Estas te hacen comportarte de forma paranoica y a tomar malas decisiones.
Tu primer paso sería trabajar dichas creencias. Lo puedes hacer a través de un análisis objetivo de las situaciones. Por ejemplo: Qué existan personas físicamente más atractivas o exitosas que tú, no es equivalente a “mi pareja me va a dejar”. Tu pareja te escogió y decidió permanecer a tu lado.
El segundo paso a tomar, es trabajar en terapia los traumas de tus relaciones previas. Estos, están desatando un caos en tu mente, que sin ayuda profesional son difíciles de enfrentar. Las personas que no han tenido historial de traición e infidelidad no reaccionan igual que una persona que sí las ha sufrido. Por ejemplo, ante una situación que te recuerda esos episodios amargos, tu mente y cuerpo reaccionan como si estuviera ante una amenaza, te vuelve paranoico/a ante situaciones que pudieran ser inofensivas como tener un like en una publicación de redes sociales.
El camino hacia la paz es más fácil con el apoyo adecuado
Una persona que basa sus decisiones amorosas en un criterio nada confiable puede toparse con muchas sorpresas desagradables.
Si ya lo identificaste ya diste el primer paso. Aceptar que uno tiene problemas es indispensable para lograr un cambio.
Recuerda que la clave para relaciones saludables no está en la apariencia de tu pareja, sino en cómo trabajas en tus propias inseguridades y en la confianza mutua. ¿Estás listo/a para dar el siguiente paso hacia la paz interior y una relación más fuerte?
No tienes que enfrentarte a estas inseguridades solo/a. Nuestros psicólogos están aquí para ayudarte a construir relaciones más saludables y felices. Agenda tu sesión hoy y da el primer paso hacia una vida emocionalmente más segura.
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