El viernes pasado nos agarró por sorpresa OTRO sismo en la CDMX. Tal vez te paso que saliste muy agitad@, tal vez lloraste, y te sentías llen@ de miedo; y te habrás preguntado ¿Por qué, no puedo sentirme tranquil@?
Después de lo sucedido el 19 de septiembre del 2017 en diversas zonas de la República Mexicana, es obvio que vamos a seguir asustados cada que escuchemos la alarma sísmica, de hecho no estarlo sería una locura.
¿Por qué aunque tiemble poquito me da mucho miedo?
La explicación científica/psicológica de esto es simple: El sismo del 19 de septiembre fue un suceso traumático para todos los mexicanos independientemente de si saliste afectado directamente o no. El punto es que fue un evento que resulto peligroso, repentino, imprevisible, y de gran intensidad; por lo que nuestros recursos psicológicos y físicos se vieron abrumados. Al volver a suceder un movimiento de este tipo, nuestra mente recuerda aquel suceso traumático y prepara los mecanismos necesarios para sobrevivir, es decir, activa nuestro cuerpo con adrenalina para poder huir (o científicamente hablando: activa las respuestas de estrés) y nuestra mente se enfoca a un solo pensamiento: ponerse a salvo. Básicamente lo que quiero decir es que tener miedo es bueno, nos impulsa a salir del peligro y por lo tanto preservar nuestra propia vida.
Pero seguramente has visto a estas personas que aunque están en una situación segura, tienen un miedo intenso como si la alerta fuera inminente ¿por qué pasa esto? Primero que nada, es común presentar los signos característicos del estrés (dolores musculares, fatiga, insomnio, salpullidos, indigestión, etc.) durante los siguientes días después del sismo. Es nuestro cuerpo diciéndonos que no se siente aún seguro, y es posible que sigas así por días.
¿Es normal reaccionar con miedo durante estos días o por qué hay gente que puede estar tranquila?
Los psicólogos aseguramos que las personas pueden reaccionar de las dos maneras, y aunque parezcan respuestas contrarias, no hay una forma de reaccionar más normal que la otra. En el segundo caso, lo que parece una respuesta de tranquilidad es una reacción de ansiedad enfocada a una meta; es decir, la gente que reacciona así se siente intranquila al igual que tú. No obstante enfocan esa intranquilidad y le dan un sentido, por lo que podemos ver a esas personas intentando calmar a otras, o ayudando en labores en las que se necesiten (como sucedió en septiembre pasado).
¿Quiere decir que es normal que me sienta ansioso?
Aquí la normalidad es algo truculenta y relativa, es decir, hablamos de que es ESPERADO que te sientas ansioso e intranquilo con lo sucedido, pero no es NORMAL que sigas sintiéndote igual aunque ya hayan pasado semanas. Esto quiere decir que ya es algo que está afectando tu estilo de vida, porque estamos hablando de que estas dejando de salir con amigos, dejando de hacer cosas que te gustan, o ya no puedes asistir al trabajo; todo por miedo a que te vuelvas a sentir expuesto a un temblor. Incluso puede que creas que escuchas la alarma sísmica o que sientes que ya está temblando cuando esto en realidad no está sucediendo. Esto quiere decir que estas sufriendo de los signos de la re-experimentación del trauma, por lo cual presentas conductas de evitación; o dicho de otro modo, estas evitando todo aquello que te recuerda el sismo: personas, lugares, actividades, hablar del tema, o incluso pensar en ello; porque todo eso te hace sentir ansioso como cuando sucedió (re-experimentar).
Eve Carlson psicóloga experta en salud mental y miembro de la Asociación Americana de Psicología, describe los signos de la re-experimentación y evitación en sus diferentes modalidades, en un cuadro para facilitar su entendimiento:
En conclusión podemos decir que la gente presenta conductas de evitación porque los recuerdos generan disgusto y dolor emocional, como el que se experimentó en el momento del sismo; de igual forma también lo hacen porque les recuerdan que pueden estar en peligro de nuevo. Con frecuencia, la evitación de cualquier emoción fuerte protege a la persona de la activación psicofisiológica asociada al trauma.
Dicho esto, es ESPERADO que pases por la re-experimentación y la evitación, lo que no es NORMAL, es que estos afecten diferentes áreas de tu vida (social, laboral, recreativa, etc.) por un periodo largo de tiempo, es decir, que si llevas semanas con estos signos es importante que asistas con un especialista que te ayude a retomar tu vida diaria.
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