¿A veces sientes que los días pasan muy rápido? ¿Qué en tu mente pasan todo tipo de pensamientos y esta no tiene ni un descanso? A muchas personas nos ocurre que vivimos a un ritmo muy acelerado haciendo una serie de actividades a las cuales ya estamos acostumbrados ir una tras otra, y ya las hacemos en automático. Lo que pasa con esto es que llega un momento que nos hace privarnos de lo que tenemos enfrente, vivimos absortos en nuestros pensamientos sin cuestionar ni disfrutar el momento presente.
Volver al presente se trata un poco de ver las cosas en cámara lenta, es decir ver esos detalles que se han perdido para volver a conectar con lo que te pasa, tomarse el tiempo para reflexionar de lo que uno está haciendo, y si de verdad uno se siente en sintonía con lo que hace. Hemos dejado de percibir los detalles y las pequeñas cosas, y aunque es difícil a veces por la demanda que el trabajo nos supone es necesario para nuestro bienestar mental. Prevenir algunas enfermedades mentales como estrés, burnout, depresión, ansiedad entre otras.
Inundamos nuestra vida con actividades un tanto mundanas que nos alejan de lo esencial, de nuestra verdadera esencia, vivimos en un mundo que ya se ha considerado está hiperestimulado; el cual nos aleja de nosotros mismos y de lo que tenemos enfrente de nosotros; ya sea por estar mucho tiempo consumiendo contenido mediante los dispositivos móviles, el estilo de vida que nos mantiene activos, ya sea por demandantes compras que continuamente es una tras otra o como generadores constantes de dinero o experiencias. No es que sea algo erróneo querer vivir experiencia tras experiencia si no que ni bien está llegando una, que ya estamos pensando en otra lo que no nos permite disfrutar verdaderamente de lo que estamos experimentando.
¿De esta forma como no presentar malestar?, si sometemos a nuestra mente a gran cantidad de información durante el día, cuando estamos en quietud hasta nos parece extraño, o que algo nos está faltando, pero lo que nos está faltando en realidad viene desde adentro y de que no nos hemos podido vincular con nosotros y con lo que nos rodea. Es por eso que mediante este artículo te invitamos a tomar una pausa en tu día, en tus actividades para valorar lo que estás haciendo, tomar conciencia de tu sentir, tus emociones, tomar conciencia plena de las actividades que estas realizando, ya sea que sales del trabajo y puedas entregarte a ese momento en familia sin tener que hacer todo rápido te permitirá volver a conectar con esas personas, o disfrutar de aquellas cosas, a que si todo lo haces a prisas.
Algunas recomendaciones para que este proceso sea más fácil para ti son:
No intentes hacer varias cosas a la vez por periodos largos de tiempo
Incrementa tu capacidad de concentrarte en una actividad plenamente, prestando atención al detalle, a los sonidos, aroma. Sensaciones y apartando la idea de lo que tienes que hacer después.
Reconoce que el ritmo de vida acelerado puede estarte causando más daño del beneficio que crees que obtienes.
Los beneficios que puedes encontrar tras esta práctica son muy diversos, ya que una vez que conectas con tu experiencia lo esencial y más relevante para ti vuelve a salir a flote, el sentido de las cosas vuelve a cobrarse. Porque puedes identificar aquello que más resuena contigo, no lo que este impuesto por expectativas ajenas, o lo que crees que debes hacer, si no lo que de verdad y genuinamente está en sintonía con las cosas relevantes para ti y eso lo vas encontrando cuando te das el tiempo de calidad, sabiendo escuchar lo que tus emociones y tu cuerpo te están diciendo.
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