Psicología de Malas Decisiones
“Todo mundo me juzgó cuando perdoné a mi ex. Una semana después descubrí que me había puesto el cuerno otra vez. Me quedé unos meses más para no tener que admitir que todos tenían razón.”
Pareciera que es una decisión sin sentido ¿Cómo es posible que alguien prefiera estar con quien no debe solo para evitar un ‘te lo dije’? Como humanos, no somos tan racionales como creemos. A continuación, te explico por qué se toman este tipo de decisiones.
Detrás de Escena de la Terapia
Nuestros pensamientos y emociones influyen enormemente en nuestras acciones. Por ello, tomamos buenas o malas decisiones. Para entender a estas personas necesitamos sumergirnos en su mente y su corazón. A continuación te guio sobre cómo hacemos este trabajo en consulta.
1) Ponerse en los zapatos de la otra persona: Intenta ponerte en su lugar ¿Qué estaría pensando? Posiblemente algo como:
Todos me dijeron que era una tontería y no les quiero dar la razón
Voy a quedar como estúpida/o

2) Qué emociones está experimentando: Sí esta persona les dijera a todos que le engañaron de nuevo ¿Qué sentiría? La respuesta es simple: vergüenza, por eso no les quiere decir.
Pensarás: “¿no sentiría enojo y tristeza por la infidelidad?”. Posiblemente también las experimenta. No obstante, la vergüenza es la emoción dominante, lo que explica su conducta de mantenerse en una mentira para evitar sentirla.
Detrás de Escena: Análisis de Consecuencias
Podría parecer una decisión disfuncional, no obstante, la juzgaremos en función de sus consecuencias. Esta persona tiene dos opciones: salir con la cola entre las patas y arriesgarse a ser la burla de sus amigos; o fingir tener una relación para evitar este riesgo.
El Camino de Fingir
Fingir que se tiene una relación implica un gran esfuerzo. No es tarea fácil mantener un vínculo durante meses con alguien que te genera enojo y despreció. Pretender que todo está bien es un trabajo de tiempo completo, dado que se tiene que hacer tanto con la pareja como con los demás.

Si no hubiera de otra más que fingir, pudiera ser más funcional terminar el vínculo y pretender con los demás que aún se está la relación. Sería cosa de decir un par de semanas: “no puedo ir, quedé con mi pareja” o “Voy a ir sin pareja, es que tiene un compromiso con su familia”. Por lo menos es la mitad del esfuerzo, aunque lo ideal sería evitar dicho empeño.
El Camino de Cortar
Terminar el vínculo y aceptar un “te lo dije” grupal pudiera ser la decisión más prudente. No tendrías que fingir ni soportar a una persona que no quieres por meses. No obstante, esta decisión implica muchísima vergüenza, lo que la hace muy aversiva. Por eso, puede ser una decisión que uno desea evitar, sobre todo si el ambiente en el que te desenvuelves es muy hostil. Si no fuera el caso, esta “agresión” solo existe en tu cabeza y estás intentando huir cuando nadie te está persiguiendo.
¿Cómo escoger la mejor opción?
Toda decisión tiene pros y contras. En la terapia no le decimos a nuestros consultantes lo que deben hacer, porque solo ellos/as saben lo que es mejor para sí mismos; además, probablemente ya les han dicho cuál es la decisión que más les conviene, y no la han llevado a cabo.
El problema no está en que no sepa cuál es la mejor decisión, sino que busca la que “menos” le duela. Esto explica el porque tomaría una decisión poco idónea: en su mente, está evitando sufrir vergüenza, pero no está pensando en todo lo que implica. No se da cuenta de que es la decisión que más sufrimiento pueda traerle, porque tiene que estar guardando su coraje, su tristeza, y soportando a alguien que detesta con tal de no sentir vergüenza. Es un costo muy alto para no sentir una emoción. Si dicha persona descubriera esto, definitivamente no tomaría una decisión tan inadecuada.
Empatía sin prejuicios
Si logramos que la persona que acude a consulta tome conciencia de todas las consecuencias de su actuar, podrá distinguir si es una decisión conveniente o no. Si solo le decimos “tienes que terminar esa relación ahora”, el o la consultante no aprenderá nada de lo que acabamos de decir y se sentirá poco comprendida. Por eso ya no le cuentas a ese amigo/a que siempre te regaña que no le escuchas, porque te hace sentir juzgada e incomprendida.

Si quieres ayudar a ese amigo/a con su relación tóxica, aprende a ser comprensivo y a escuchar sin juzgar. Así te convertirás en un verdadero apoyo y podrás ayudar a esta persona a tomar una buena decisión. No le digas cuál es, sino ayúdale a descubrir por sí mismo/a la mejor decisión para él o ella.
Si eres esa persona, no dudes en acercarte por ayuda profesional, aquí puedes obtener apoyo y comenzar tu camino hacia una mejor toma de decisiones.
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